Dibujos animados para la denuncia política y social
Tengo un problema: nunca sé qué ver en Netflix. No me decido por ninguna serie, película, programa... y acabo cerrando el ordenador sin ver ni un sólo minuto de contenido. Pero esto cambió el otro día cuando me decanté por una serie nueva de dibujos animados: Disenchantment. Con una absoluta convicción de que sería una tontería y que no duraría más de dos capítulos me enganché contra todo pronóstico y la terminé en menos de una semana.
Hoy puedo decir que es una buena serie que todos y todas deberíamos ver. Acompañadme y os diré por qué.
Su narrativa
Las series de dibujos sulen tener narrativas sencillas con capítulos que no se suceden y que acaban siendo simples píldoras de humor o drama para el disfrute en cualquier momento. Episodios completamente aleatorios e independientes que podemos ver en cualquier momento, incluso desordenado, no me matéis (sin contar muchas series manga). Eso está bien para un rato, pero mata la narrativa.
Disenchantment va a romper con esta práctica muy de su creador, Matt Groening, y nos contará la historia de Bean, una princesa que no cumple con los estándares medievales en los que ha crecido. Una mujer que hará lo que ella decida en todo momento, creadora de su propio destino. Siempre bajo el manto de la disconformidad con todo el sistema que se impone y se crea en su mundo (y en el nuestro).
Los capítulos irán de una manera especial unidos entre sí y, además, en su propia narrativa encontramos recursos muy interesantes dignos de otros grandes productos audiovisuales. El género de los dibujos está, en mi opinión, sin explotar de una manera inteligente como lo hace esta pequeña serie. Saltos temporales, juegos narrativos para el espectador, alusiones a otros episodios, engaños de espacio y tiempo... Se trata de una serie muy rica en estos aspectos.
Su carácter crítico
La princesa Bean y sus acompañantes inseparables, Elfo y Luci, un demonio que todos confunden con un gato, son los tres personajes que sostienen la acción. Marcan el ritmo del relato continuamente pero, lo que es más importante, sueltan comentarios y actos muy críticos con la sociedad actual.
En general, todo el artefacto de personajes está diseñado con el claro propósito de derribar cuantos más estereotipos mejor. Con la percha de la sociedad feudal medieval vamos a ir descubriendo semejanzas con la actual y en clave de humor reiremos, después pensaremos.
Así, encontraremos desde temas feministas, intrínseco en la serie, hasta críticas políticas, religiosas y sociales hacia el modelo de vida occidental que prima en el mundo. Me encantaría proponer escenas y comentarlas, pero creo que será más interesante que lo veáis con vuestros propios ojos.
Su formato
Mi gran fracaso con las series... Me gustan los capítulos cortos, las temporadas efímeras, por eso me cuesta ver series. He de decir que cuando abrí Netflix para ver la serie y vi que eran episodios de media hora dije: "uf, qué largos". Nada más lejos de la realidad ya que tienen una duración muy ajustada y perfecta para su consumo en cualquier momento, además la temporada tiene únicamente diez capítulos.
Su fallo
He oído muchas críticas sobre la serie y, la verdad, con ninguna me hallaba en sintonía. No obstante, sí que creo que toda esta parafernalia de crítica se queda en un escalón por debajo de lo que esperábamos, necesitando así un toque, en mi opinión, más crítico y directo. No me malinterpretéis, la serie me sigue gustando y creo que es un gran paso en la ficción animada.
Acabada esta serie, vuelvo a mi sentimiento y situación original... no sé qué ver.
