La frescura de The End of the F***ing World
Un psicópata y una rebelde adolescente se encuentran y deciden huir juntos. Uno quiere matarla, la otra se siente segura a su lado, un refugio en el que poder huir de su vida de mierda.
Así podría definirse la sinópsis de The End of the F***ing World, serie coproducida por Channel 4 y Netflix y que gracias a esta última ha llegado a España. La serie está basada en la novela de Charles S. Forsman con el mismo nombre.
Es rara, pero eso es lo que termina de atraer al público. Una serie fresca, convincente, adictiva y que termina emocionando. Por el final, merece la pena dedicarle unas horitas para verla.
Una de las premisas por las que TEOTFW destaca es porque no cuenta la típica historia entre chico y chica, sino que va más allá. En un principio, no se soportan el uno al otro, pero se necesitan para llevar a cabo sus planes.
James es un psicópata que lleva matando animales desde que tenía ocho años. Su madre se murió delante de él cuando tenía cinco años y desde entonces ha estado traumatizado. Su padre bebe desde entonces y la relación entre ambos es casi inexistente. Alyssa, por su parte, vive con su madre y la pareja de esta. Su padrastro no la quiere y termina apartándola de la familia. Ambos buscan sentirse menos solos y un poco más comprendidos.
Es por ello que se fugan. James roba el coche de su padre y parten rumbo a lo desconocido. No durarán con el coche ni un capítulo, pues se chocarán con un árbol. Se separarán, pero se volverán a encontrar en un bar de un pueblo perdido de la mano de dios; roban dinero y llegan a una casa desocupada para pensar adónde ir. Esta casa es de un hombre que ha matado a varias mujeres. Esto lo averigua James al coger unas cintas de dichos momentos guardadas en el armario.
De un momento a otro se producirá el momento que marcará el devenir de la serie. El asesino llegará a casa e intentará abusar de Alyssa. James lo impide clavándole un puñal en la navaja. A partir de ahí, huirán e irán en busca del padre de Alyssa, el cual esta tiene idealizado. Cambiarán de look, robarán un coche, atracarán una gasolinera, la policía les buscará y acabarán en la caravana del padre de Alyssa que resultaba no ser el padre cool que esta imaginaba.
La policía finalmente les encontrará. A Alyssa la cogen, pero a James no. En una costa vacía, James empieza a correr. De repente, la imagen se vuelve negra y se oye un disparo. ¿Muere James o no? Final cerrado pero no explícito. La historia está contada, pero su creador, Jonathan Entwistle, no ve con malos ojos una continuación de la misma. Ya no estaría basada en el libro y el camino a seguir sería totalmente desconocido.
También hay que destacar el uso que se hace de los colores. Mientras los escenarios de los primeros episodios son fríos y sombríos, a medida que huyen, el color gana vida y empiezan a predominar los tonos cálidos. Se podría decir que el color rojo es el que tiene una importancia más relevante. Asociaremos el color rojo a la libertad. En los primeros episodios, es Alyssa quien lleva una chaqueta roja o su ropa interior del mismo color. Es ella la que se siente sin ningún tipo de ataduras y quien hace lo que quiere. Con el asesinato del violador cambian las tornas. Cuando siente en su piel los límites de la libertad (con la sangre del asesinado) Alyssa empieza a sentir que la vida no es tan simple y que a veces sí hay que pensar las cosas. James, por su parte, no es hasta que mata al asesino y cambia de look (donde llevará una camisa de color rojo), cuando empieza a sentirse libre de nuevo.
Fuente: Netflix
La duración de veinte minutos por capítulo (solo tiene ocho la serie) y los finales que de cada uno de ellos, que terminan enganchándote, son un aliciente más que suficiente para hacer un maratón de la serie cuando queráis.
A pesar de que hayan matado a una persona y que hayan robado, Entwistle consigue que te encariñes con los personajes. Culpa de ello la tienen las narraciones en voz en off de los pensamientos de los protagonistas. Cobran importancia pues muestra su orden dentro de su mundo caótico. Transmiten seguridad y permiten al espectador sentirse identificado con ellos. Parte del éxito de la serie pasa porque nadie se esperaba que fueran tan buena. ¿A qué esperas para verla?
