Especial Navidad Doctor Who: 'Twice Upon a Time'
El especial de Navidad de Doctor Who se presentaba como el mejor regalo para los Whovians en estas fechas que corren. Y, efectivamente, este capítulo (último con Steven Moffat como showrunner de la serie) no ha dejado indiferente a nadie.
Twice Upon a Time es uno de esos capítulos que hacen especial a esta serie. Es simple, pero lo minimalista siempre gusta y más si es tratado con la sutileza con la que nos viene acostumbrando Moffat en los últimos años. Desde el final de la décima temporada, los seguidores sabían que la encarnación -o muerte- del personaje de Peter Capaldi era más que evidente.
Y es que, el Señor del Tiempo lleva vivido mucho y se plantea poner fin a su vida por el tiempo y el espacio. Está cansado de ser olvidado- y verse obligado a olvidar-, de perder –y perder a los suyos- y de ver morir. El capítulo consiste, precisamente, en esa introspección del Doctor hacia sí mismo para darse cuenta de que solo muere lo que se olvida. Por ello, todos los que se fueron, seguirán vivos, siempre en el recuerdo.
El capítulo cuenta con la aparición de David Bradley haciendo del Primer Doctor (que en su día fue William Hartnell), un soldado inglés de la mitad de la Primera Guerra Mundial y Bill Potts como producto de la sociedad “Testimonio”. Esta última se encarga de que los muertos nunca mueran, pues sus recuerdos, en el cuerpo que sean, siempre serán de una única persona y los que le conformen como tal. Pero estas son distintas tramas que, juntas, encauzan el verdadero destino del capítulo: la decisión del Doctor de morir o transformarse de nuevo.
Fuente: BBC Worldwide
Será la aparición – a modo de recuerdo- de los compañeros que le han acompañado en esta temporada, Bill y Nardole, pero también de Clara –interpretado por Jenna Coleman durante las dos primeras temporadas de Peter Capaldi como doctor-, lo que le llevarán a tomar la decisión de volver a intentarlo una vez más.
Peter Capaldi lo tenía difícil, pues los mismos David Tennant y Matt Smith habían dejado el listón muy alto. Sin embargo, la madurez, la experiencia y protagonizar el papel que siempre había querido –pues es un whovian declarado- , han llevado al Duodécimo Doctor a estar a la altura de sus anteriores.
Del capítulo especial, cabe destacar –y no porque nos gusten- los comentarios machistas del Primer Doctor y del soldado inglés –con mentalidad de principios del siglo veinte. Desde el principio el Duodécimo Doctor se encuentra totalmente en desacuerdo con ellos y será la misma Pearl Mackie (que interpreta a una mujer homosexual) quien les dejará con la boca cerrada posteriormente. Esta situación sirve para ver el cambio de mentalidad desde que se creó la serie (1963) hasta la actualidad. Así, va tejiendo la red sobre la que se asentarán después los espectadores. La casualidad, destino –o que por fin en Reino Unido han abierto los ojos- será que el Decimotercer Doctor, ya no será doctor, si no que será Doctora.
Doctor Who
Jodie Whittaker va a ser la encargada de protagonizar ese papel y viene pisando fuerte. No sabemos cómo lo hará, pero su reputación le precede. ¿Volverá un Doctor nostálgico como Christopher Eccleston o tendrá ese punto de locura que caracterizaba a David Tennant y Matt Smith? No sabremos cómo será, pero en otoño del año que viene se responderán todos nuestros interrogantes, pues se estrenará la undécima temporada de la serie moderna.
El hecho de que una mujer protagonice un papel que a lo largo de cincuenta años ha estado monopolizado por hombres habla de los arriesgada y ambiciosa que es esta decisión. Un gran paso por parte de la BBC por la visibilidad que dará, pero, sobre todo, para seguir cumpliendo esa función de educar con la fue concebida. Educar a la sociedad de que una mujer puede ser todo lo que se proponga, hasta la Doctora al mando de la TARDIS.
