Ferdinand y las razones por las que el toreo debería desaparecer
Es fantástico cuando las películas infantiles encierran en ellas mensajes tan positivos con esta. Ferdinand es un toro que no quiere luchar, es sensible y pacífico. Mientras los otros toros desean asistir a la corrida y vencer al matador, Ferdinand prefiere pasear por la pradera mientras disfruta del aroma de las flores. ¿Os suena esta historia? Es una adaptación del pequeño cuento infantil "The story of Ferdinand" de 1936 y que Disney adaptó en un corto en 1938, "Ferdinand the bull".
La historia de Fedinand nos habla de quiénes queremos ser, de si depende más lo que seamos o lo que podemos llegar a ser, según las decisiones que tomemos y el camino que decidamos llevar. El pequeño toro nos enseña que si no queremos hacer eso "para lo que estamos destinados" no tenemos por qué hacerlo, nosotros elegimos nuestro propio destino.
La película esconde, por otro lado, el mensaje de que no hay sentido alguno en las corridas de toros. A través de una estereotipada representación de lo español, haremos un viaje por todo nuestro país desde la visión americana del mismo. Acabaremos por ponernos tanto en el papel del animal que jamás apoyaremos una tradición que debería desaparecer.
1. Los animales sienten más que los humanos. Igual puede parecer una tontería pero la película lo pone de manifiesto varias veces cuando los animales tienen el poder de, incluso, matar a los humanos que quieren atraparlos. Ferdinand en numerosas ocasiones decide perdonar a quien le hace tanto daño, especialmente durante una corrida. La representación del reino animal que se hace en la película resulta conmovedora ya que los personajes se ayudan en todo momento, aunque no se lleven bien.
2. Brutalidad gratuita y absurda. Y es que burlarse de un toro para luego matarlo es algo que no debería ser ni ocio ni arte. Siempre se dice que los animales sufren, que tienen sentimientos, etc. A través de la película vamos a poder ver y sentir lo que los toros y por fin podremos empatizar con los animales y nos pondremos en contra de los humanos, a los que veremos, en realidad, como monstruos.
3. No es un arte. Digan lo que digan, matar animales no es arte. ¿De qué manera nos van a presentar esto en la película? Una burla clara y concreta de lo que es el toreo ya que el matador será toreado, literalmente. A mi parecer una manera muy interesante de resolver la secuencia final en la plaza de toros... Pero ya no cuento más.
4. España es más que corridas de toros. Este último punto creo que tiene sentido al ver la película ya que se trata de una producción americana y se representa nuestro país de una manera que, sinceramente, me duele. Creo que España ya no está representada por este tipo de "espectáculos". La tauromaquia pierde cada vez más adeptos y está destinada a desaparecer.
Aspectos visuales
A nivel técnico y visual, Ferdinand me ha sorprendido. A pesar de ser una película de animación en la que podríamos pensar que no se han parado a pensar en ciertos aspectos, vemos como cada plano, cada imagen y cada personaje está muy cuidado y resulta muy agradable a los sentidos.
Los encadenados en fundido son lecciones de cómo usar el cine para contar historias profundas. Podemos ver al toro primero, sentado, triste a la izquierda y con un fundido pasamos a tener al torero preparándose para la corrida a la derecha, apuntando con la espada al lado en el que acabamos de ver al toro. La secuencia presenta varios fundidos más que nos adelantan aspectos de la trama si estamos atentos.
Los paisajes españoles se retratan al más puro estereotipo por lo que veremos molinos castellanos, generadores eólicos, campos de cultivo... Y en Madrid, las Ventas y Atocha, aunque con un lavado de cara muy particular.
En conclusión, Ferdinand es una gran opción para disfrutar de un cine divertido, profundo y agradable para todos los públicos. No solo los peques disfrutarán de las payasadas de todos los personajes, los adultos romperán a carcajadas con varios gags muy bien presentados.
