Los efectos de Star Wars: los sables
Sin duda, las armas más icónicas y míticas de la historia fueron los sables láser que tanto Jedis como Sith utilizaban en sus épicas batallas. Estas interesantes espadas han pasado a la historia como armas mortíferas y letales que solo ciertos seres podían utilizar. Lo que pocos saben es la manera tan curiosa, meticulosa y artística de conseguir el efecto en la pantalla.
El Episodio IV de la saga, que fue la primera película de todas, se estrenó en 1977, época en la que los efectos digitales no estaban muy implementados en el cine pero sí comenzaba el despegue de los mismos. De esta manera anticipando os diré que no se utilizó retoque digital ni nada parecido a base de ordenadores. Pero antes veamos las ideas anteriores que George Lucas tuvo para rodar las luchas.
Los palos de flash
Los mangos de las espadas de los Jedis y los Sith fueron creados con los mangos de flashes de cámaras antiguas de fotos. Se trataba de cilindros metálicos muy pesados en los que insertaron posteriormente el haz de luz. (Fuente de la imagen: Xataka)
Las palas que giran
En un inicio la idea era que el mango sostuviese tres palas alargadas que girasen con luz a los laterales creando el efecto de columna de luz. A Lucas no le convenció el efecto que daban en pantalla estas espadas y descartó la posibilidad rápidamente. Las luces se situaban en los cantos de las palas y la ilusión óptica en a cámara debía ser la del sable que vemos en la pantalla pero no funcionó entre otras cosas porque los actores no podían golpear entre sí las espadas. Además, solo podían ser de color blanco y no de colores como era la idea original de George Lucas.
Dibujando luz
La decisión final para recrear los haces de luz fue la de manipular a mano cada fotograma. A pesar de ser la opción más tediosa y más lenta era la que mejor resultado daba y la que más barata salía. El método es sencillo, los actores luchan con una especie de varas, de grosor similar al haz que se creará encima, unidas a los mangos de sus sables. Posteriormente, se proyecta la película original sobre una transparencia de animación en la que el artista dibuja plano a plano, fotograma a fotograma, las trayectoria de las espadas y su posición en cada segundo. Más tarde, se termina el dibujo de la transparencia con los detalles y reflejos, así como el resplandor a través de un difusor en la lente. Finalmente, se doble-expone la película original con la transparencia y....voilà! Ya tenemos sables de luz.
Parece un proceso complicado pero se trataba de una técnica básica utilizada en animación de dibujos desde hacía tiempo. El único problema es que se tarda del orden de media hora por cada segundo de metraje. Esta técnica se utilizó en los episodios IV, V y VI ya que posteriormente se utilizaría la versión digital del mismo método, manipular cada frame a través del ordenador.
