El autor, pura inspiración
La nueva película de Javier Gutiérrez no decepciona. Se trata de una historia bien contada, bien formulada y bien presentada sobre un abogado frustrado bajo el éxito literario de su mujer (María León) que se lanza, tras descubrir que esta le engaña, a escribir su propia novela. La trama transcurrirá entre la comunidad de vecinos donde vive el escritor amateur y las charlas con su instructor y mentor en literatura (Antonio de la Torre).
A medida que avance la película iremos descubriendo el propio desarrollo de los personajes que se antojará muy complejo pero interesante. Una perfecta simbiosis entre el suspense 'hitchcockiano' de escenas al más puro estilo La ventana indiscreta y las historias humanas pero crudas de Buero Vallejo en Historia de una escalera. Una historia que inspira a quien la ve.
Para entrar de lleno en la película debemos analizar dos puntos concretos.
Los personajes
La historia que se nos propone es puramente de personajes. Los distintos protagonistas van a desarrollar sus vidas a lo largo del filme para así conocer sus destinos, sus ideas, sus trampas, sus amores...
Álvaro soporta el peso de todo el relato. Durante todo la película vamos a verlo como un ser triste, solo, amargado, interesado y a veces incluso con cierta maldad. No obstante, el espectador depositará su confianza y su empatía en él porque vamos a querer que escriba su novela y tenga éxito con ella. Actuará siempre pensando en él sin importar los sentimientos de los demás, busca su historia y para ello destrozará las vidas de todos los vecinos del bloque al que llega.
El profesor, interpretado por un brillante aunque intenso Antonio de la Torre, será el que anime a Álvaro a escribir la novela. Otra persona que actúa por su propio interés ya que no le importa en absoluto el trabajo del frustrado abogado, solo quiere el dinero que le está sacando por sus "clases" de escritura.
Los vecinos del edificio de Álvaro son los protagonistas de la novela que este está escribiendo. Por falta de ideas o simple inspiración, Álvaro se las ingeniará para que las vidas de los inquilinos y propietarios sean lo suficientemente interesantes como para incluirlas en su novela. No nos engañemos, porque ellos también actuarán para su propio interés y utilizarán al escritor: doña Lola para tener un hombre con el que desfogarse, la pareja de mexicanos como ayuda a sus problemas económicos y el anciano como escapatoria de la soledad. Los unos se usan a los otros en un entramado de traiciones e intereses.
Los colores
Los tonos utilizados en las películas muchas veces caen en la omisión pero otras veces se les tiene un especial cuidado y afecto por los directores. En este caso la utilización de determinado vestuario marcan perfectamente los actos de los personajes, en especial los de Álvaro.
Durante toda y absolutamente toda la película el escritor viste con camisas o camisetas azules de distintos tonos. El azul en este sentido va a referirse, por un lado, a la tristeza y melancolía de Álvaro y por otro lado a la profundidad de los sentimientos que él experimenta a lo largo del film. El tono, más oscuro o más claro, indica el nivel ético de sus acciones. Así, por ejemplo, cuando actúe por su propio beneficio y hiera a los demás sus camisas se volverán más oscuras.
El blanco es un color importante en la película. Simboliza la pureza y la divinidad de la creación y así el ordenador, la mesa, el teclado, el móvil, el ratón, la silla... todo lo que utiliza para escribir Álvaro es blanco. Incluso cuando se sienta a hacerlo sus camisas son azules muy clarito, tirando a blanco o está desnudo, puro. Lo vemos enteramente de blanco al final de la película, como controlador de todos los personajes...
Otros ejemplos de color en el vestuario son los rosas y morados de Irene, la chica mexicana. En este caso podemos hablar de dependencia o sentimentalismo del rosa o los deseos, tanto amorosos como sexuales, del morado.
En conclusión, El Autor es una historia muy dramática e intensa que mantiene la atención en la trama y su desarrollo. Invita a la inspiración por el simple hecho de buscar en la realidad lo que muchas veces no encontramos en la imaginación. Pero cuidado, lo que encontremos en la realidad puede que no sea lo que buscamos...
