top of page

'Las mujeres trabajan con economías de segunda, pero producen películas de primera' Isabel S

Autor: Iñaki Parra


La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales nos ofrece las claves para analizar la situación de las mujeres en el cine.


Hablar sobre cine es un concepto de lo más abstracto, porque al hablar sobre cine se puede encontrar una gran cantidad de significados. Se puede hablar del cine como industria, pero también como arte, como tecnología y como invento. Un sinfín de posibilidades que no dejan de estar englobadas bajo una misma visión predominante: el cine de los hombres, el cine masculino. Y lo más paradójico de todo es que el cine narrativo, es decir, el cine tal y como nosotros lo conocemos, fue inventado por una mujer. La cineasta Alice Guy ha terminado solapada por los nombres de sus compañeros hombres: Griffith, Edison o los hermanos Lumière asistieron también al parto del cine, le vieron dar sus primeros pasos y fueron protagonistas fundamentales de su infancia. La única diferencia es que el nombre de ellos se conoce, pero el de ellas no.


Y esa es una de las funciones que dieron como origen la creación en el 2006 de CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales. Según sus propias palabras, sus objetivos son “fomentar una presencia igualitaria de las cineastas y profesionales de nuestro sector contribuyendo a una representación equilibrada y realista de la mujer dentro de los contenidos que ofrece nuestro medio”. Un total de 300 profesionales que han logrado llegar a formar parte del jurado del Premio Nacional de Cinematografía y de los procesos para subvenciones a proyectos culturales que otorga la Comisión Europea.


Iñaki Parra, en colaboración con TresCincoMilímetros, ha hablado con Isabel Sevilla, coordinadora de la Asociación para abordar la situación de las mujeres cineastas en España.


¿Cuál es el principal objetivo de la Asociación?


La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales lleva un amplio recorrido trabajando en la reivindicación de la igualdad de género en el sector, para que las mujeres profesionales puedan tener las mismas posibilidades de acceso, visibilidad y reconocimiento que tienen sus compañeros de profesión.


¿Cuáles son las desigualdades que existen entre hombre y mujeres en el cine español?


Existe una compleja estructura de desigualdad que favorece la discriminación de las mujeres dentro del sector. Estamos dentro de un sector masculinizado, y tenemos cinco desigualdades esenciales. En primer lugar, hay barreras de acceso a las mujeres a puestos de liderazgo; las mujeres quedan supeditadas a puestos de menor poder de toma de decisión. En segundo lugar, en las películas dirigidas por mujeres los costes están más reducidos. En tercer lugar, existe un respaldo mínimo de acuerdos de coproducción con las televisiones generalistas, encargadas de gran parte de la producción cinematográfica en España. En cuarto lugar, se da una feminización de una minoría de cargos, vinculados a las características asignadas a los valores femeninos, como maquillaje, peluquería o vestuario. Por último, hay una falta de modelos de referencia, los premios de carácter nacional invisibilizan a las mujeres tras las cámaras.


¿Y cuáles son las diferencias más significativas entre una mujer con cargo de responsabilidad y un hombre?


Más allá de que son muchas menos, los largometrajes dirigidos por mujeres presentan costes reconocidos menores a los de los hombres. Lo curioso es que existe menor brecha económica cuanto menor es el coste de la producción. Por ejemplo, en los documentales la diferencia entre el presupuesto y la presencia de un director o de una directora es menor. En cambio, en ficción o animación, identificados como géneros cuya media de costes es más elevada, el número de títulos dirigidos por mujeres desciende significativamente.


Además, existen sesgos de género que interfieren en la credibilidad y en la confianza en el trabajo de las mujeres. Peggy Jonhson, la única mujer directora que optaba al León de Oro del festival de Venecia, declaraba: “A las reuniones llevo a mi productor y al responsable de financiación, hombres, para validarme. Es humillante, pero es así”.


¿Cuáles han sido los datos de los puestos de responsabilidad ocupados por mujeres el pasado año?


En total, en la industria cinematográfica española hay un 74% de hombres y un 26% de mujeres. Como directoras hay un 16% de mujeres frente a un 84% de hombres. Hay un 26% de productoras y un 17% de guionistas. Y solo un 2% de directoras de fotografía y un 3% de mujeres encargadas de efectos especiales.


¿Es mejor o peor que el de otros años?


Elaboramos un Informe completo desde hace dos años solo. Pero comparando es el mismo resultado, un 26% de mujeres. Pese al incremento de largometrajes y personal activo, el porcentaje se muestra estático. El aspecto positivo de la comparativa anual recae en que se observa un leve incremento en cinco de las 12 áreas en las que se divide el trabajo de los profesionales en el cine.


Formáis parte del Premio Nacional de Cinematografía. ¿Está desigualdad en la industria es palpable luego a la hora de tener que premiar a una mujer?


El Premio Nacional de Cinematografía viene reconociendo las aportaciones en el sector cinematográfico desde 1980. Desde sus comienzos hasta el 2016, han sido reconocidas las labores de un total de 45 personas en los 36 años que comprenden este intervalo temporal. Del total de Premios Nacionales de Cinematografía, 9 de ellos han sido otorgados a mujeres y 36 a hombres. El 80% de los premios han reconocido el aporte y labor de los hombres y el 20% han reconocido el trabajo de las mujeres. 20% frente al 26% de mujeres que trabajan en la industria.

Ángela Molina, ganadora del Premio Nacional de Cinematografía en 2016 recoge su premio. Fuente: RTVE.es


¿Y en el resto de los festivales y premios?


Las mujeres trabajan con economías de segunda, cuyos recursos las consignan a las ayudas de segunda, pero, ¿este aspecto conlleva la producción de largometrajes de segunda? Pese a todas las barreras encontradas por las profesionales del sector, esto no se cumple, puesto que el trabajo realizado por directoras y guionistas consigue llegar a tener presencia y reconocimiento en los festivales nacionales e internacionales. Producen películas de primera.


Analizando los datos, vemos que fueron reconocidas 10 mujeres en los festivales más importantes del mundo, de un total de 71 mujeres directoras y guionistas, por lo que la representatividad de las mujeres que han sido reconocidas por este desempeño laboral corresponde con el 14%. En cambio, la representatividad de hombres directores y guionistas que han sido reconocidos, un total de 62, en relación con la cantidad total de hombres que desarrollan estos cargos, unos 353, corresponde con el 18%. Hay más hombres trabajando y por eso ganan más premios, pero la calidad es bastante similar.


Has hablado antes de la culpa de los canales generalistas, ¿Qué responsabilidad tienen en la falta de mujeres en cargos de responsabilidad?


Los datos que han sido facilitados por RTVE nos muestran que, durante el 2016, esta cadena, participó en 34 largometrajes. Del total de estas, 8 de ellas fueron dirigidas por mujeres y 26 por hombres. En el caso de las televisiones privadas, manejamos un total de 18 largometrajes y sólo en uno de ellos encontramos dirección por parte de mujeres. Atresmedia Cine ha participado en 14 películas, una de ellas dirigida por una mujer. En el caso de Telecinco Cinema, encontramos la coproducción de 4 largometrajes dirigidos en su totalidad por hombres y este ha sido el segundo año consecutivo en el que Telecinco no ha producido ninguna película dirigida por una mujer.


En la industria cinematográfica la financiación se convierte en un eje imprescindible para sacar adelante los proyectos y que estos cuenten con dotaciones presupuestarias que permitan la producción de calidad. No es suficiente el talento, el dinero condiciona el producto y las televisiones generalistas, como empresas productoras o coproductoras, aportan capital y respaldan sus apuestas con fuertes campañas publicitarias que hacen despegar y acercar los largometrajes al público general.


¿Cuál debería ser el marco legislativo?


La vinculación económica existente entre el sector cinematográfico y las grandes cadenas de televisión, esta reglada por ley. La Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual. Esta ley hace alusión, de manera explícita, a que las cadenas de televisión deben invertir, al menos, un 5% de sus ingresos anuales en películas cinematográficas. En el caso concreto de la cadena pública, esta cifra aumenta al 6%. Por ello, ambas cadenas están obligadas a fomentar y apoyar las producciones españolas. Esto nos ofrece un marco de interpretación que refleja que las políticas, o leyes, no están transversalizadas bajo políticas de género.


Se aplican las leyes bajo un lenguaje–aparentemente neutro. Pero hablamos de neutros masculinos, en los que las mujeres no consiguen apenas representatividad. A través de la invisibilidad de estos aspectos, se reproducen los esquemas de dominación vigentes. Lo que se trata de puntualizar en este apartado es que, al igual que las cadenas generalistas están comprometidas legalmente con el fomento de la cultura, han de estar también comprometidas legalmente con el fomento de la igualdad.


Nos referimos a que no es suficiente con políticas en las que se ayude al cine en términos generales, de nuevo, es necesaria la segregación por sexo para sacar a la luz la desigualdad. Si esto no se tiene en cuenta desde la base del planteamiento de políticas y criterios de selección de los proyectos, se continúa reproduciendo y perpetuando la discriminación sexual que se da en los cargos de alta responsabilidad y liderazgo de la estructura laboral cinematográfica.




Entradas relacionadas

Ver todo
Search By Tags
No hay etiquetas aún.
Síguenos 
  • Twitter - Black Circle
  • Instagram - Black Circle
  • Google+ - Black Circle
  • YouTube - Black Circle
RSS Feed
Leyenda de símbolos

Suscríbete ahora

No te pierdas nada de TresCinco

bottom of page