La llamada Sing-Along
Los cines Callao acogieron anoche un evento divertido y novedoso. La llamada Sing-Along llenó la Sala 1 de los famosos cines madrileños. Cientos de personas bailaron al ritmo de Milagros y Bernarda con el ya famoso 'Estoy alegre'; sintieron la llamada con Leiva y se emocionaron con 'Lo hacemos y ya vemos'.
Una velada emotiva y movida en la que una serie de animadores disfrazados de monjas y campistas, al más puro estilo La Brújula, daban la bienvenida en el hall del cine. El patio de butacas se llenó rápidamente de gente de todas las edades. Los llamaders inundaban las butacas con sus camisetas amarillas y sus pantalones verdes y, todo se ha dicho, con cierto retraso empezó la función.
Dos chicas disfrazadas de Bernarda y María irrumpieron en la sala al ritmo de 'Estoy alegre' animando al público a levantarse y a cantar. Una oleada de vítores y voces seguía la divertida escena que las dos muchachas estaban montando. Al fin llegaron al escenario y dieron la bienvenida al espectáculo. El público rápidamente se sentó en las butacas y guardó silencio para escuchar a las dos actrices.
Bernarda y María comenzaron a explicar a los allí presentes cómo funcionaría la película. El público podría hacer lo que no hubiese podido hacer en otros cines, podrían cantar todo lo alto que quisiesen durante la película. "No os preocupéis si no os sabéis las canciones, habrá subtítulos de karaoke para poder seguirlas", dijo una de las chicas. A continuación, comenzaron a enseñar a todo el mundo los bailes de 'Firmes en la fe', 'Lo hacemos y ya vemos'... Incluso animaron a gritar "¡Milagros!" cuando alguno de los personajes de la película dijese: "la música hace milagros".
Y así, entre risas nerviosas y toses inesperdas, la película comenzó. Tal y como habían explicado los subtítulos aparecían y todo el público enloquecía, gritaba cantando y aplaudía con cada número musical. Cuando el título apareció fundido en la pantalla el público mantuvo la respiración durante unos segundos, pero efectivamente los vítores rompieron ese pequeño silencio que se había creado.
La película se desarrolló de manera divertida entre canciones, gritos desafinados, carcajadas a destiempo y aplausos imprevistos. En cada canción se "representaba" bajo la pantalla la escena de la película. Además, se encendieron focos que dificultaban la visión de la pantalla. Este punto de representar la escena allí en directo y cantar sobre el audio de la película no quedó del todo bien ya que se solapaban las voces y se acababa por no oír ninguna de ellas.
La película finalizó con un último número sobre la canción de Leiva durante los créditos finales. Los actores que participaron en el evento salieron con energía al pequeño escenario bajo la pantalla para, cantando y animando al público, dar la despedida y agradecer a todos los presentes por su asistencia.
En resumen, el modo 'singalong' de las películas musicales es una divertida manera de disfrutar de las canciones más aún que en una versión estándar de la misma. No obstante, no es una buena recomendación para ver dichas películas por primera vez ya que vas a perder muchas de las cosas que se dicen o no vas a disfrutar de las voces originales. La velada de ayer fue un rotundo éxito que dejó con buen sabor de boca a los asistentes, incluidos nosotros.
